Así que le envió un emilio urgente a su amigo, el director y creador de la firma Gilabert.
Lo que empezó a dar sus frutos, y en un abrir y cerrar de ojos, cuatro interioristas y doce obreros empezaron a trabajar en el pisito de Virtudes. Aun así, faltaban detalles que Virtudes prefirió solucionarlo rápidamente llamando a una antigua amiga (Penélope).
Algo más relajada, Virtudes se dio cuenta de que no tenía ni un bocadillo para echarse a la boca, asi que decidió comprar en supermarket.net.
Por último, y agotada de un día de mudanza y obligaciones, como buena soltera, termino cenando un bol de cereales con leche del pedido que acababan de traerle hacia una media hora.
Bueno, este fue el primer día de Virtudes en su piso en el vecindario, y el comienzo de las aventuras y desventuras de Virtudes la Virtual. Un besito a todos y no estaría mal que dejaseis algun comentario de vez en cuando. Mañana puede que haya sorpresa....Bikos....Chauuuuuuuuuu......
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